A la velocista suiza Sarah Atcho, de 26 años, que ha participado en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, le diagnostican pericarditis 5 días después de inyectarse la “dosis de refuerzo“
Miércoles, 19 de enero del 2022
Esta valiente mujer ha decidido hablar. El 17 de enero de 2022 publicó en sus redes lo que le han hecho:
«Obviamente, como sabéis, intento ser lo más transparente posible y ahora es más importante que nunca.
El 22 de diciembre me puse la vacuna de refuerzo porque no quería luchar con esto cuando empezara la temporada. Me dijeron que era más seguro ponerse la de Pfizer para evitar los efectos secundarios cardíacos.
El 27 de diciembre sentí una opresión en el pecho y empecé a sentirme mareada al subir las escaleras. Esto sucedió unas cuantas veces más hasta que decidí consultar con un cardiólogo que me diagnosticó pericarditis (inflamación de la fina membrana que rodea el corazón).
Ahora no se me permite subir el ritmo cardíaco durante unas semanas para permitir que mi corazón descanse y se cure de la inflamación.
Sigo haciendo todo lo que puedo con mi entrenador para mantener mis músculos en movimiento y está haciendo un GRAN trabajo, ¡gracias @patsaile!
Tengo que admitir que me molesta la situación porque no se habla lo suficiente de los efectos secundarios. Me siento impotente ya que esto está completamente fuera de mi control...
Me alegro de que la vacuna haya ayudado a evitar muchas muertes y a reducir la presión sobre los hospitales y el personal hospitalario, pero me frustra que tanto yo como otras personas jóvenes y sanas estemos sufriendo estos graves efectos secundarios.
Espero que entiendan por qué es importante que lo comparta, los mantendré al tanto del proceso.
Avisadme si estáis experimentando lo mismo, ¡ayudémonos mutuamente!».
¡Gracias por hablar, compañera!
Y hay que fijarse en la necesidad (y la potestad) que tienen los poderosos de colocar un asqueroso mensaje debajo de su foto: «Las vacunas contra el COVID-19 se someten a muchas pruebas de seguridad y eficacia, y luego se supervisan minuciosamente (Fuente: Organización Mundial de la Salud)»